Sergio Heredia – La Vanguardia – 30/04/2014

David Cano, socio de AFI, resume la crónica que va a continuación. “¡Y quién nos lo iba a decir, hace dos años, que algún día acabaríamos resaltando las virtudes de la economía griega…!”.

Otros prefieren leer a los grandes inversores. Xavier Brun, doctor en Economía y gestor de fondos de Solventis, recupera las palabras de Warren Buffett: “Sé agresivo cuando todos están deprimidos, y deprímete cuando todos sean agresivos”. “Por eso mismo –dice Brun–, sospecho que George Soros hace semanas que invierte en el mercado griego…” .

Y es cierto: Soros se ha asomado al mercado inmobiliario griego. Porque los grandes inversores van un paso por delante del resto. De hecho, ellos no se suben a la ola: ellos forman esa ola. Y ahora, están formando la ola en los países periféricos del sur de la UE, como España, Portugal o Italia. Grecia también está entre ellos. De ahí la frase que abre la crónica: “¡Quién nos lo iba a decir, cuando hace dos años nos contaban que el euro podía romperse por culpa de los griegos!”, dice David Cano.

Hace dos semanas, el Banco del Pireo colocaba 500 millones de euros en bonos a tres años. Se trata de la primera subasta de estas características en el país en tres años. E indica dos cosas: que Grecia ha tomado el camino de la recuperación (la Comisión Europea le pronostica un crecimiento del 0,6% en el 2014, tras seis años de recesión) y que, además, sus activos ofrecen buenas rentabilidades, próximas al 5%, desde luego superiores al bono alemán, hoy tan seguro como aburrido.

“En general, hay apetito por los periféricos –dice Cano–. Se ha producido un cambio radical en la mente de los inversores. Hace dos años tenían en cartera renta variable y renta fija de los emergentes. Ahora, lo que se lleva es no tener emergentes, y sobreponderar en los países periféricos. Esto ocurre porque todos ellos empiezan a crecer este año. Y porque se han sacudido los excesos del pasado”.

De entre los periféricos, Grecia es el que más paga por sus bonos porque también es el que tiene más deuda acumulada. Comprarlos empieza a tener sentido, particularmente porque ha puestofreno a la caída del PIB. “Tienesus riesgos, claro –añade Cano–. Pero no son los mismos que losde hace dos años…”.

Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis, comparte la lectura. Hay posibilidades en Grecia –la troika ha rebajado la presión sobre el país, y Moody’s le ha subido la nota–, pero hay que leerlas con cautela.

“Hace un año, ya apostábamos por la renta fija y la renta variable periférica –dice–. Nos gustaban Italia, España, Portugal e Irlanda. Grecia no estaba allí. Sin embargo, ahora somos conscientes de los cambios en Atenas. De hecho, el 18 de marzo, Grecia empezó a emitir al 3,10% TAE letras a tres meses. Esa rentabilidad casi cuadruplica la de los bonos españoles a ese plazo. Y teniendo en cuenta que la troika está aprobando los exámenes al país, el riesgo de quiebra a corto plazo es menor. Otra cosa es lo que pueda ocurrir a tres años vista…”.

En todo caso, la apuesta por Grecia es aún experimental, y debería plantearse desde un punto de vista residual. Es cierto que sus bonos ofrecen buenas rentabilidades, y que su bolsa ha crecido un 14% este año. “Pero Milán ha subido el 12% –dice Alvargonzález–. Y con un nuevo primer ministro joven y reformista, Italia me ofrece más confianza”.

Fuente: La Vanguardia