Siempre ha habido personas interesadas en que su dinero se invierta de manera responsable para que tenga un impacto positivo en la sociedad o, como mínimo, que no cause perjuicio. Sin embargo, en los últimos años esta idea ha cobrado mayor importancia y se ha definido un concepto de Inversión Socialmente Responsable (ISR) más claro, según Eurosif (2016) es “un enfoque de inversión orientado al largo plazo, que integra factores ambientales, sociales y de buen gobierno en el análisis y la selección de valores de una cartera de inversión…”.

En esta línea hemos visto un incremento significativo del interés por parte de los clientes al solicitar la integración de fondos con criterios de sostenibilidad en sus carteras. Pero, observamos como la percepción de los inversores por este tipo de inversión es dispar, el dicho “los árboles no nos dejan ver el bosque” cobra forma, ya que los inversores se focalizan en la preocupación de un criterio como puede ser el de medioambiente y se olvidan del resto. Por ello nuestro deber como profesionales es empujarles a ver el bosque para que consigan una inversión que realmente sea ISR.

El auge de la inversión sostenible ha pasado de ser una moda a una necesidad, y podemos apreciar una tendencia al alza:

-En España, observamos que la evolución de los activos gestionados bajo alguna estrategia ISR ha aumentado notablemente desde 2009 de 35.710 millones de euros a 185.614 millones de euros en 2017.

Gráfico: Evolución de los activos gestionados bajo alguna estrategia de ISR en España

 

-En 2009 la cuota de mercado de ISR sobre el total del patrimonio invertido en instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones en España era de 12% mientras en 2017 se situaba en un 46%.

-Según informa Google Trends, la búsqueda de la palabra “Environmental, social and corporate governance” se sitúa en su nivel más elevado en los últimos diez años, observando así, que el interés en todo el mundo es cada vez mayor.

-Según Bloomberg, el Eurostoxx 40 Sustainability Index acumula en los últimos cinco años una rentabilidad anualizada del +4,64%, 5,5 puntos más que su equivalente, el Eurostoxx 50.

Todo ello apunta a que el mercado de la inversión sostenible y responsable está a las puertas de una nueva etapa de consolidación tanto en volúmenes como en calidad, apoyado por las iniciativas internacionales, las administraciones y la demanda de los propios inversores.

Desde Solventis estamos incorporado procesos de análisis fundamental, medidas cuantitativas y cualitativas generadas tanto internamente como apoyándonos en terceros para integrar adecuadamente la inversión sostenible en nuestras carteras.
Como ejemplo de ese interés en proyectos de sostenibilidad, fuimos la primera empresa en emitir el primer “bono verde” de una pyme española cotizada, Greenalia SA, como ejemplo de nuestro compromiso con los criterios ISR.

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